La conservación de los alimentos tiene mucho que ver con un criterio llamado “Actividad De Agua”, una escala que mide el agua disponible para el desarrollo de los microorganismos. Los frutos secos son conocidos por tener poca actividad de agua, por eso se los llama secos y por eso también tienen una gran vida útil. Como saben, en Muta desinfectamos y activamos los frutos secos EN AGUA pero inmediatamente los volvemos a deshidratar en nuestros HORNOS DESHIDRATADORES para que vuelvan a su estado original. Esta poca actividad de agua hace que se puedan conservar por mucho tiempo. Sin embargo, queremos darles dos consejos importantes a la hora de hablar de la conservación de las pastas:
- A TEMPERATURAS ALTAS, ¡A LA HELADERA!
Las pastas no requieren refrigeración durante el tiempo que se mantienen cerradas, pero, al abrilas, cuando la temperatura ambiente sea de media a alta, siempre te va a convenir guardarlas en la heladera;
- QUE LA PASTA SE MANTENGA COMPACTA EN EL FONDO DEL FRASCO, SIN RESTOS EN LOS BORDES
Si las temperaturas son medias a bajas y/o te gusta la consistencia de la pasta a temperatura ambiente, te damos un tip para maximizar el tiempo de conservación a la vez que mantenés la calidad: Procurá arrastrar con una espátula pequeña o cuchara todos los restos de pasta que vayan quedando en los costados del frasco. La idea es que siempre la pasta se encuentre compacta en la parte inferior del frasco reduciéndo la superficie de contacto con el oxígeno, que es el que puede llegar a oxidar el producto y reducir su densidad nutricional y sus características de sabor. Si te fijás se arma naturalmente una pequeña película de aceite en la superficie de la pasta. Esta película actúa de protección y va a lograr que tus pastas duren hasta 9 meses.