Cómo Mantener la Frescura y Calidad de Nuestras Pastas
La conservación de nuestros productos está directamente relacionada con un concepto clave: Actividad de Agua. Esta escala mide el agua disponible para el crecimiento de microorganismos. Los frutos secos, por su bajo contenido de agua, tienen una vida útil prolongada.
En Muta, desinfectamos y activamos los frutos secos en agua, pero luego los deshidratamos nuevamente en hornos especiales para devolverlos a su estado original. Esta baja actividad de agua permite que nuestras pastas se conserven durante mucho tiempo, pero te damos dos consejos para asegurar su máxima frescura:
1. A Temperaturas Altas, ¡A la Heladera!
Aunque nuestras pastas no requieren refrigeración mientras el frasco esté cerrado, si la temperatura ambiente es alta o si el clima es cálido, es recomendable guardarlas en la heladera una vez abiertas. Esto ayudará a mantener su calidad por más tiempo.
2. Mantener la Pasta Compacta
Si preferís consumir la pasta a temperatura ambiente y las temperaturas son bajas o medias, te damos un truco para prolongar su frescura:
✔ Utilizá una espátula pequeña o cuchara para retirar los restos de pasta de los bordes del frasco.
✔ Procurá compactar la pasta en el fondo del frasco, reduciendo la superficie de contacto con el oxígeno. Esto evitará que se oxide, preservando la densidad nutricional y el sabor.
De forma natural, se formará una película de aceite en la superficie, que actúa como protección adicional, asegurando que las pastas se mantengan frescas por hasta 10 meses.